SOBRE SITIOS DE MEMORIA
El
acuerdo del Consejo de Monumentos Nacionales declarando Monumento Nacional los
bloques sobrevivientes del Conjunto Habitacional Compañero Ministro Carlos
Cortes (ex Villa San Luis),
es resistido severamente por los actuales propietarios
del terreno y por la Cámara Chilena de la Construcción. No han escatimado sus críticas, publicando
inserciones de gran tamaño en los principales periódicos del país o
incentivando declaraciones de algunos connotados arquitectos, que desestiman los méritos patrimoniales
de dichos bloques de vivienda.
Al
respecto, el arquitecto Pablo Allard, decano de la Facultad de Arquitectura de
la Universidad del Desarrollo; designado por el Presidente Piñera como coordinador
de las obras de Reconstrucción
tras el terremoto del 27F en 2010, declara lo
siguiente:
“Sin embargo, a casi medio siglo de su construcción, y atendiendo a
las dinámicas propias del desarrollo de la ciudad, las dos estructuras que
precariamente siguen en pie en el mencionado lote no representan un valor
urbano o arquitectónico que amerite su conservación.” ()
Por
su parte, Pablo Larraín, presidente de la Asociación de Oficinas de
Arquitectura de Chile (AOA), sostiene que la ex Villa San Luis ”no es un proyecto notable en materia de
vivienda social” a diferencia de las Villas Frei y Diego Portales”. ()
Finalmente, El Mercurio del 8 de Julio, titula la columna
del distinguido cronista Miguel Laborde: “Villa
San Luis, patrimonio descartado”.
Estas
afirmaciones ignoran los fundamentos del acuerdo del CMN. Provienen de
criterios caducos en materia de Monumento Nacional, condición que se ha extendido en los últimos años, a
valores inmateriales, sociales o culturales.
“En las décadas recientes, el patrimonio se ha expandido y profundizado
en todos los sentidos, abarcando no solo bienes físicos sino también los
aspectos inmateriales que les dan sustento y valor social, los cuales se
fundamentan en la significación cultural que tienen o han tenido para un
determinado grupo social o toda una nación. En este contexto, el patrimonio ya
no solo es parte de la historia sino también un reflejo de la permanente
construcción social de la memoria.” ()
El 20
de Febrero de 1980, Chile suscribió la Convención sobre Protección del
Patrimonio Mundial Cultural y Natural, tratado propuesto por UNESCO.
En
conformidad a estos Tratados, se ha podido preservar en Chile obras del patrimonio inmaterial de nuestra
cultura y tradiciones populares, de la artesanía, de la infraestructura
industrial impulsada en siglos anteriores y también los sitios donde se
practicó violación de los derechos humanos. Tal es el caso de los Hornos de
Lonquén, que fue el primer Sitio de
Memoria declarado Monumento Nacional el año 1996. Más tarde, se sumaron lugares
como la Casa de José Domingo Cañas Nº
1367, el Patio 29 del Cementerio Nacional, el Estadio Nacional, el archivo de
Colonia Dignidad, la casa en población La Victoria donde fue asesinado el padre
André Jarlán y otros, hasta sumar 23 sitios de memoria incluyendo los bloques
del San Luis.
Ninguno
de estos lugares es relevante por su arquitectura sino que por estar
comprometidos con violaciones a los derechos humanos.
Los
bloques del San Luis fueron declarados Monumento Nacional en la categoría de Sitio Histórico, por ser los receptores
de una grave violación de los derechos humanos, tragedia que afectó a mil
familias chilenas despojadas injustificadamente de un bien raíz, adquirido
conforme a todas las normas legales vigentes a la época.
De
ninguna manera es nuestro propósito dejar los edificios tal como han quedado
tras la demolición impulsada por la Inmobiliaria Presidente Riesco.
La
idea preliminar es restaurar el bloque parcialmente afectado y recuperar su
imagen tal como era originalmente, no para habilitarlo con destino
habitacional, sino como receptor de un proyecto museográfico conteniendo las
políticas de integración social urbana impulsadas por el gobierno de Salvador
Allende a lo largo de todo el país; dar a conocer sus beneficios y detallar en particular el caso del San Luis, su brutal
desalojo, la ulterior apropiación del Ejército y el negocio lucrativo
practicado al transferir los inmuebles a una empresa inmobiliaria.
El
otro bloque es irrecuperable. Nuestra idea es respetar su perímetro y levantar
sobre los cimientos un edificio moderno, de altura similar al original,
destinado preferentemente a educar en prácticas de convivencia social. Un lugar
con talleres de interacción entre
grupos de ingresos económicos altos y bajos, entre
la diversidad de nuestras etnias originales o entre los inmigrantes asentados en nuestro país.
Es una
idea muy preliminar, cuyo guión museográfico
habrá que pulir y definir colectivamente, con participación
preferente de las familias desalojadas.
No nos
anima el ánimo de crear un espacio conflictivo con su entorno. De ninguna manera, pero si consistente
con los fundamentos que tuvo presente el CMN al declararlo Monumento Nacional.
PROYECTO ORIGINAL DEL CONJUNTO
HABITACIONAL COMPAÑERO MINISTRO CARLOS CORTES.
Este conjunto habitacional tuvo su origen a
comienzos de 1971, cuando la CORMU convocó a un concurso oferta para la
construcción de viviendas destinadas preferentemente a los sectores sin casa o
ubicados en campamentos de Las Condes.
Se presentaron las más importantes empresas
constructoras del país, asociadas a diferentes oficinas de arquitectura.
Finalmente, la CORMU asignó la propuesta a las siguientes empresas:
Sector 1: Empresa Constructora Arquín. 121 departamentos.
Arquitectos: Alberto Colladoss, Nicolás Freund, Gonzalo
Leiva,
Isidoro Loi.
Sector 2 y Sector 4: Empresa Constructora Desco, con 117 y 175 departamentos respectivamente.
Arquitectos:
Sergio Larraín, Ignacio Covarrubias y Jorge Swinburn.
Sector 3 y 5 : Departamento de Ejecución
Directa de CORMU. con 120 y 256
departamentos respectivamente.
Arquitectos: Departamento de Construcción de la Facultad de
Arquitectura de la Universidad Católica.
Sector 6: Empresa Constructora Moller
y Pérez Cotapos. 127 depart.
Arquitectos: Alemparte, Silva, Valdés.
Sector 7: Empresa Constructora Boetch
y Cía. 122 departamentos.
Arquitecto: Cristián Fernández Cox.
Puede advertirse que varias de las más importantes oficinas
de arquitectura de la época, fueron los autores del proyecto. Corresponden a la
generación que diseñó buena parte de las
obras patrimoniales levantadas en
Chile por el Movimiento Moderno de la
Arquitectura y su participación en el San Luis conservó el mismo nivel de
excelencia.
Queremos subrayar que en el sector 7 (hoy Lote 18), la
empresa
Boetch y Cía, utilizó
por primera vez en Chile un avanzado sistema tecnológico, consistente en moldajes
deslizantes para el hormigón armado, cuya patente había adquirido a la firma
francesa Utinor. y mediante el cual finalizó las obras anticipadamente. Por
añadidura, el arquitecto Fernández Cox, autor del proyecto es Premio Nacional
de Arquitectura. Sólo estas dos circunstancias, ameritan que también esos
bloques sean designados Monumentos Nacionales, restaurándolos y reciclándolos
para funciones de oficina o comerciales.
El plano de conjunto estuvo a cargo del arquitecto Miguel
Eyquen, Premio Nacional de Urbanismo, quién lo inició en la administración del
Presidente Frei Montalva y se mantuvo a cargo del mismo hasta el golpe militar.
Eyquén concibió cada vecindario dotados con áreas verdes, de
deporte y jardines infantiles. Más aún, los complementó con la idea de una chacra común, a fin de incentivar la
participación familiar. Estábamos
creando el conjunto de vivienda social más avanzado del país. Todo fue interrumpido por la intervención
militar. Las obras quedaron inconclusas y el conjunto habitacional fue conscientemente
echado a morir.
La tentativa de demoler los restos del San Luis provocó la
ira de numerosas organizaciones sociales, vecinales, académicas y
profesionales. Más de 2.000 personas e instituciones, suscribieron la petición
que formulamos a la Ministra Adriana del Piano.
Se han multiplicado las denuncias recibidas de vecinos que
reclaman exasperados por la proliferación indiscriminada de torres de vivienda
arruinando la vida de barrios en Ñuñoa,
Quinta Normal o Estación Central.
Tengo la impresión que este puede ser el detonante que lleve
a primer plano el tema de la planificación del desarrollo urbano y la acción
pública en Vivienda, así como las movilizaciones estudiantiles el año 2011,
colocaron la Educación pública gratuita y de calidad, en la agenda de todos los
sectores políticos.
Enhorabuena.
Miguel Lawner
10.07.2017.
La
Tercera 08.07.2017. Blog de Pablo Allard
2
El Mercurio. 09.07.2017. Dueños de terreno de ex Villa San Luis afinan
artillería legal para revertir decisión del CMN sobre el predio
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